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miércoles, 12 de febrero de 2014

MARTIN FLORES GARCIA: ANTIGUO CORRESPONSAL DEL "COMERCIO" EN CONCHUCOS.


Don Martín Flores García, distinguido chavino que vivió en el siglo pasado; fue un personaje muy particular en nuestro pueblo; tuve la oportunidad de conocerlo; pues eramos vecinos, en  "Jana barriu"; tenía una bonita casa en  "cuta calli";  casado con Doña Celia Arana;  tuvo dos hijos: Raul y Luis; el primero nuestro recordado "Capshi", eterno arquero de las selecciones chavinas, que amerita un post especial.

Don Martín; estudió en el Colegio Guadalupe: aprista de corazón, tuvo participación muy activa durante la revolución del APRA en 1932; junto con Luis Alberto Sanchez; mi Tio Dagoberto Ramirez de Recuay y otros, estuvieron presos en el Sexto.

Luego de su aventura política se estableció en Chavín; por sus conocimientos en derecho se convirtió en el "letrado" del pueblo, de manera que era muy solicitado para la elaboración de documentos llámese minutas, poderes y otras; convirtiéndose en un artista del "papel sellado y timbrado".

Dicen que ya de niño tenia dificultades para hablar,  que no menoscabó sus grandes cualidades con la pluma; estuvo en el aluvión de 1940 de Huaraz donde se salvó, pero se le acentuó su tartamudez; quedando completamente gago en el alud de Chavin de 1945;donde se libró por un pelo; escapándose por "Raku" a "Ultupuquio", cuando la gran masa de agua, barro y piedras, destruyó Chavin; pues como recordarán acompañaba a la comitiva de Artola y compañía que visitaba el Centro Ceremonial.

Era un señor muy alegre, en las fiestas de Carmelita, bailaba con mucha prosa  nuestro bellos huaynos, era un espectáculo aparte las piruetas que realizaba con aquellas tonadas de moda: como las guarachas, son cubano; recuerdo haberlo visto cantar a "voz en cuello" cuando tomaba sus copitas en la tienda de su sobrino Flores, (llama cachu), en el Jirón 17 de enero.

Una faceta muy importante de este querido y recordado chavino fue su afición a la arqueología y gracias a su fina y delicada pluma se convirtió en el corresponsal del decano de la prensa nacional en Conchucos.

"En Chavín, como en otras partes del Perú, Tello se rodea de seguidores del lugar, que le profesan una lealtad a toda prueba. Entre ellos destaca Martín Flores García, probablemente el colaborador más importante de Tello en esta etapa de su carrera. Su historia es importante porque es muy representativa del perfil de seguidores que el famoso arqueólogo tenía en el interior del país.
Flores reúne arraigo local, curiosidad, espíritu de trabajo y una cierta preparación autodidacta. Como Tello, tiene un carácter apasionado y confrontacional, y está animado por un acendrado espíritu nacionalista. 
Según su propio relato, su familia había estado vinculada a las ruinas durante generaciones. En 1860, su abuelo habría adquirido por siete mil soles la propiedad del castillo, «valorando las piedras labradas y pulidas de sus huacas». Cuando conoce a Tello, su colección privada reúne ya numerosos vestigios, incluyendo una de las cabezas clavas que en algún momento adornaron el Rumichaka" (1)

Luis Alayza y Paz Soldan, quien visita Chavin en 1943, conoce a Don Martín  y lo califican como " uno de nuestros más destacados estudiosos de la arqueología nacional, amable, inteligente y entusiasta.(2)

Flores es un ejemplo del intelectual local que con el tiempo se encarga de extender por todo el país la leyenda de Tello. Su admiración por el maestro se plasma en decenas de artículos en calidad de corresponsal del Comercio, así como en otros medios locales y nacionales (La tribuna).
En 1937, escribe en el comercio un articulo titulado "La destrucción del Castillo de Chavín", dice "hace diez años Chavin suplica auxilio. Nadie le oye. Enfermo tan ilustre y glorioso, no encuentra piedad menos justicia. Y el crimen avanza incontenible. Su agonía día día toca a su fin" (1).


Hoy como ayer palabras precisas de este gran chavino; que extendidas al ámbito político clamamos justicia, para los delincuentes que han despilfarrado las arcas de la Municipalidad y cortado la posibilidad de desarrollo de nuestro pueblo.


Los últimos años de Don Martín fueron difíciles, durante la década del terrorismo fue blanco de amenazas y tuvo que dejar su tierra querida y emigrar a Lima, a un asilo; así llegó el final de este señor que con su pluma y elocuencia, fue un paladín de la defensa de nuestro gran legado ancestral.

BIBLIOGRAFIA:
1.- Las piedras suplican auxilio. Arqueólogos y autoridades locales en Chavin de Huantar(1870-1945)- Raul Hernandez Ascencio. Instituto de estudios peruanos.
2.- En las Breñas del Peru, Chavin. el comercio 28 de julio de 1943. Alayza y Paz Soldan Luis.

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