"La obra más sobresaliente de Raimondi es "El Perú", editada en seis tomos entre 1875 y 1913, en la cual, en su prefacio, anima y aconseja directamente a todos los peruanos a estudiar las riquezas naturales del Perú, hecho que lo convierte por virtud, para muchos historiadores y escritores, como un verdadero peruanista. Pero aparte de ese prefacio en el cual él parece sumarizar sus anhelos y sentir hacia el Perú, el sabio es muy bien recordado y ponderado por la mayoría de los peruanos, pues Raimondi entregó la mayor parte de su vida al estudio del Perú"
Este párrafo tomado de la web, es una verdadera lección a todos los peruanos, que verdad mas grande, cuanta falta hace actualmente, hombres de este tipo ; bueno el punto que nos toca comentar o mejor dicho transmitir es lo que nos contó don Marino Gonzales, acerca del "descubrimiento" de la hoy llamada Estela de Raimondi; el sabio llegò a Chavin, por la via de Recuay, Olleros, y para estudiar el Castillo, se hospedó en San Marcos- por el clima templado que tiene este pueblo- y además por la cercanía a Chavin (a 7.5kilometros) y acudìa todos los dias a estudiar las ruinas; por aquel entonces la parte baja era una pampa y el propietario don Timoteo Espinoza, sembraba maíz y observaba que el "gringo" estudiaba con tanta dedicación y minuciosidad las ruinas, que incluso no se alimentaba y así pasaron los dias con la misma rutina; hasta que don Timoteo invitò al ilustre visitante a su casa; Don Antonio aceptò y ya en ella, le hicieron pasar a la sala y se sentó en una mesa de piedra, era una loza de 1.98 metros de alto , 74 cm de ancho y 17 cm de espesor; inmediatamente don Antonio preguntò, donde la había encontrado y Don Timoteo le dijo : en mi chacra cerca al Castillo en el "gotush", (montículo de piedra); grande fue la sorpresa del sabio, lo que habìa encontrado era una maravilla y sin duda se trataba de uno de los dioses de Chavin de Huantar, pagò 30 soles por la valiosa pieza; gracias a ello podemos verla, en el museo de arqueología y antropología de Pueblo Libre, en Lima, sin duda en el futuro debe volver a Chavin, puesto que ahora tenemos un gran museo de sitio en La Pampa.
La historia no termina alli, en 1874 la Estela fue transportada a Lima, por el Sargento mayor Don Josè Manuel Marticorena, con mucho esfuerzo, y incluso llevò dos quintales de explosivos (200 kilos), para quitar las rocas del estrecho camino que conducìa a Casma; probablemente por la via de Olleros, Huaraz, Callan Punta, Pariacoto y Casma y de allì con barco a Lima.
Asi pareciera que los dias de gloria volvìan para la Estela y convertirse en un elemento de admiraciòn; sin embargo fue colocado sobre un burdo marco de madera negra y un rùstico pedestal de ladrillo, en el "Palacio de la Exposiciòn" (hoy Museo de Arte); le llamaban la "piedra de los incas" y nadie le diò mucha importancia, como comenta Josè Toribio Polo. Despuès de la muerte de Raimondi, en 1892, la Estela fue totalmente abandonada y depositada cerca de un vertedero, en el Palacio de las exposiciòn, como un juguete para los niños; gracias a las constantes quejas de Josè Toribio Polo, pues incluso hubo la posibilidad de venderla a un Museo extranjero; felizmente fue trasladado a uno y otro museo; hasta que durante el terremoto del 40, cayò por las escaleras del Museo de Arqueologia, rompièndose en varios pedazos; despues fue reparado y puesta en exhibiciòn en el Museo de Antropologìa y Arqueologia de Lima; hoy estimado lèctor y querido paisano, esta bella e inmortal obra del artista sin nombre de nuestra Gran Cultura, se encuentra en un lugar totalmente inadecuado en el Museo, al lado de un quiosco; debemos realizar una gran cruzada para que vuelva a nuestro Museo de sito en La Pampa.
La historia no termina alli, en 1874 la Estela fue transportada a Lima, por el Sargento mayor Don Josè Manuel Marticorena, con mucho esfuerzo, y incluso llevò dos quintales de explosivos (200 kilos), para quitar las rocas del estrecho camino que conducìa a Casma; probablemente por la via de Olleros, Huaraz, Callan Punta, Pariacoto y Casma y de allì con barco a Lima.
Asi pareciera que los dias de gloria volvìan para la Estela y convertirse en un elemento de admiraciòn; sin embargo fue colocado sobre un burdo marco de madera negra y un rùstico pedestal de ladrillo, en el "Palacio de la Exposiciòn" (hoy Museo de Arte); le llamaban la "piedra de los incas" y nadie le diò mucha importancia, como comenta Josè Toribio Polo. Despuès de la muerte de Raimondi, en 1892, la Estela fue totalmente abandonada y depositada cerca de un vertedero, en el Palacio de las exposiciòn, como un juguete para los niños; gracias a las constantes quejas de Josè Toribio Polo, pues incluso hubo la posibilidad de venderla a un Museo extranjero; felizmente fue trasladado a uno y otro museo; hasta que durante el terremoto del 40, cayò por las escaleras del Museo de Arqueologia, rompièndose en varios pedazos; despues fue reparado y puesta en exhibiciòn en el Museo de Antropologìa y Arqueologia de Lima; hoy estimado lèctor y querido paisano, esta bella e inmortal obra del artista sin nombre de nuestra Gran Cultura, se encuentra en un lugar totalmente inadecuado en el Museo, al lado de un quiosco; debemos realizar una gran cruzada para que vuelva a nuestro Museo de sito en La Pampa.