Nuestra aficiòn por el sèptimo arte: el cine, nació en Chavin; así les contaré que los últimos años de la década del 60 y los primeros años de los 70; el Sr Jose Luis Saavedra, un huaracino trashumante, llevò las grandes pelìculas del cine clásico mundial a nuestro pueblo, como comprenderan estimados lectores, ello fue todo un suceso para los pobladores de ese pueblito lejano de Conchucos; así vimos casi todas las obras de la época de oro, del cine mexicano: las películas del gran Cantinflas, de Pedro Infante y Chachita (Evita Muñoz); con la trilogìa: nosotros los pobres; ustedes los ricos y Pepe el Toro; donde actuaba también el "mantequilla (Fernando Soto); pelìculas de Sara Garcìa; Jorge Negrete, de la Doña: Marìa Felix; Las clàsicas universales: Los diez mandamientos , Ben- Hur, Marabunta; con el gran Charlton Heston; Zorba el griego con Antony Quinn; Lo que el viento se llevó, con Clark Gable y Vivien Leigh; Espartaco con Kirk Douglas y por supuesto las "coboyadas", por ejemplo: El bueno, el feo y el malo, con con Clint Eastwood, etc, etc.
Como saben Chavin no tenìa un teatro, de manera tal que las pelìculas se proyectaban al aire libre, generalmente en el patio del antiguo Hotel el Inca, de Don Rigoberto Barrenechea y Doña Lucha Zevallos; actualmente de propiedad de la familia Arana.
Desde la llegada del Sr Saavedra, toda nuestra rutina cambiaba abruptamente, nuestra obsesión, era la manera de ingresar al improvisado Cinema; las altas paredes del Hotel, nos hacían volver a la realidad; algunas veces con la patota, planeabamos, ingresar bordeando "Tuna Acequia", la amplia acequia de regadío que bordea la parte superior de casa de los Barrenechea ; pero también era muy difícil y arriesgado; de manera que solo nos quedaba dos caminos: portanos bien para que mamà o nuestro abuelo nos regale el costo de la entrada: S/1.00 (un sol) y la otra era convertirnos en propagandistas portátiles, un día antes y el día de la función; les explico: nos reuníamos un grupo de 10 a 12 chicos, de 12, 13 años y previo acuerdo con el Sr Saavedra, difundiamos a "voz en cuello" el programa de la película, así:
¡¡¡¡¡ Señoras y Señores, hoy cine Chavin presenta
la gran pelìcula titulada: "El Jinete sin Cabeza",
que se llevará a cabo en el hotel El Inca,
a las siete de la noche, hora en punto!!!!!
Asì, recorriamos todo el pueblo, difundiendo el estreno de la noche....... y lográbamos nuestras entradas gratis, y ubicados en los lugares preferenciales, espectabamos embelesados nuestras películas.
El día del espectàculo, desde las 6:30 pm, los habitantes de nuestro bucólico pueblo, se movilizaban en pleno, con dirección al Hotel el Inca, bien abrigados, pues las funciones eran generalmente, entre los meses de Mayo a Agosto; noches de mucho frìo y heladas; así los caballeros bien emponchados y las señoras con su chal o un grueso pañolòn; las niñas y niños con su gorros; los caballeros y los niños cargábamos nuestras sillas, o los famosos reclinatorios, que no eran precisamente para arrodillarse....
Así conocimos a grandes artistas de aquellas extraordinarias películas, en el ecran improvisado del patio del Hotel el Inca (generalmente una sàbana grande del Hotel); queda en nuestra retina aquellos pesados proyectores de metal, los cortes obligados al culminar el primer rollo y recordamos con nostalgia aquellos momentos vividos en nuestro querido terruño.
Estas pelìculas, especialmente las mejicanas, tuvieron gran impacto en nuestra población, así nacieron los nuevos: Pepe el Toro, los Toritos, Las Chachitas, que a la fecha ya son cuarentones; felizmente a nadie se le ocurriò poner de nombre a su hijo Cantinflas; aunque hubo un chavino fanàtico de su tierra que vivìa en San Marcos, nuestro vecino archirrival, que bautizò a su hijo con el nombre de CHAVIN ORGULLO.... Uds saben a quien me refiero y bien puesto!!!!
Como saben Chavin no tenìa un teatro, de manera tal que las pelìculas se proyectaban al aire libre, generalmente en el patio del antiguo Hotel el Inca, de Don Rigoberto Barrenechea y Doña Lucha Zevallos; actualmente de propiedad de la familia Arana.
Desde la llegada del Sr Saavedra, toda nuestra rutina cambiaba abruptamente, nuestra obsesión, era la manera de ingresar al improvisado Cinema; las altas paredes del Hotel, nos hacían volver a la realidad; algunas veces con la patota, planeabamos, ingresar bordeando "Tuna Acequia", la amplia acequia de regadío que bordea la parte superior de casa de los Barrenechea ; pero también era muy difícil y arriesgado; de manera que solo nos quedaba dos caminos: portanos bien para que mamà o nuestro abuelo nos regale el costo de la entrada: S/1.00 (un sol) y la otra era convertirnos en propagandistas portátiles, un día antes y el día de la función; les explico: nos reuníamos un grupo de 10 a 12 chicos, de 12, 13 años y previo acuerdo con el Sr Saavedra, difundiamos a "voz en cuello" el programa de la película, así:
¡¡¡¡¡ Señoras y Señores, hoy cine Chavin presenta
la gran pelìcula titulada: "El Jinete sin Cabeza",
que se llevará a cabo en el hotel El Inca,
a las siete de la noche, hora en punto!!!!!
Asì, recorriamos todo el pueblo, difundiendo el estreno de la noche....... y lográbamos nuestras entradas gratis, y ubicados en los lugares preferenciales, espectabamos embelesados nuestras películas.
El día del espectàculo, desde las 6:30 pm, los habitantes de nuestro bucólico pueblo, se movilizaban en pleno, con dirección al Hotel el Inca, bien abrigados, pues las funciones eran generalmente, entre los meses de Mayo a Agosto; noches de mucho frìo y heladas; así los caballeros bien emponchados y las señoras con su chal o un grueso pañolòn; las niñas y niños con su gorros; los caballeros y los niños cargábamos nuestras sillas, o los famosos reclinatorios, que no eran precisamente para arrodillarse....
Así conocimos a grandes artistas de aquellas extraordinarias películas, en el ecran improvisado del patio del Hotel el Inca (generalmente una sàbana grande del Hotel); queda en nuestra retina aquellos pesados proyectores de metal, los cortes obligados al culminar el primer rollo y recordamos con nostalgia aquellos momentos vividos en nuestro querido terruño.
Estas pelìculas, especialmente las mejicanas, tuvieron gran impacto en nuestra población, así nacieron los nuevos: Pepe el Toro, los Toritos, Las Chachitas, que a la fecha ya son cuarentones; felizmente a nadie se le ocurriò poner de nombre a su hijo Cantinflas; aunque hubo un chavino fanàtico de su tierra que vivìa en San Marcos, nuestro vecino archirrival, que bautizò a su hijo con el nombre de CHAVIN ORGULLO.... Uds saben a quien me refiero y bien puesto!!!!