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martes, 23 de diciembre de 2025

LOS JESUITAS Y LA DESTRUCCIÓN DEL CASTILLO DE CHAVIN

La Sombra de la Cruz sobre la Piedra: La Extirpación de Idolatrías y la Destrucción Cultural en los Andes Centrales

Introducción

La conquista del Tahuantinsuyo no se limitó al control militar y administrativo del territorio; implicó una profunda y violenta reestructuración del imaginario andino. Bajo el pretexto de que las manifestaciones religiosas autóctonas eran obra del demonio, la Iglesia Católica, en alianza con la Corona Española, inició un proceso sistemático conocido como la "Extirpación de Idolatrías". Este fenómeno, lejos de ser un evento aislado, fue una campaña de larga duración que buscó desmantelar la cosmovisión andina, resultando en la destrucción física de huacas y monumentos sagrados, como Chavín de Huántar, y en una colonización psicológica de las poblaciones locales.

El Mecanismo de la Extirpación: Violencia y Pedagogía del Miedo

La extirpación de idolatrías, institucionalizada con fuerza durante el siglo XVII, funcionó como una maquinaria represiva. Según Pierre Duviols (1977), este proceso no fue solo religioso, sino político: destruir a los dioses locales era destruir la autoridad de los curacas y la cohesión social de los ayllus.

Los "visitadores de idolatrías" recorrían los Andes organizando juicios sumarios, torturando a los camayoc (sacerdotes andinos) y destruyendo ídolos públicamente. En la región de Conchucos y Ancash, esta presencia fue particularmente intensa debido a la persistencia de los cultos locales. Gareis (1987) señala que la resistencia andina no fue frontal, sino adaptativa, ocultando sus deidades o sincretizándolas, lo que provocaba una reacción aún más violenta por parte del clero, quienes veían en esta persistencia una burla demoníaca.

La Iglesia como Agente de Destrucción Material: El Caso de Chavín

Tal como menciona la fuente base de Mesía, la destrucción no fue solo ideológica. Los templos andinos fueron canteras para las nuevas edificaciones cristianas.

  1. El desmantelamiento jesuita: La presencia jesuita en Chavín (1631-1650) coincide con daños estructurales severos en el monumento. Aunque la historiografía tradicional a veces minimiza estos hechos, Kauffmann Doig (2002) corrobora que la práctica de mutilar "ídolos" (cabezas clavas, lanzones, estelas) era una directriz común para "desacralizar" el espacio. El corte en el Edificio A de Chavín no es solo una herida arquitectónica, sino la marca física del intento de borrar la memoria histórica del sitio.
  2. La superposición arquitectónica: La construcción de iglesias sobre o con piedras de antiguos templos (como se observa en Yanas, Uco y Huacchis) cumplía una doble función: práctica (ahorro de material) y simbólica (la victoria del cristianismo sobre el paganismo). Burga (1988) explica que esta superposición buscaba que el indígena, al acudir al lugar sagrado de siempre, terminara rindiendo culto al nuevo dios, aunque en la práctica se generó una religiosidad compleja y superpuesta.

El Impacto Psicológico: "Machacar el Cerebro"

La frase "machacaron en el cerebro del hombre andino" describe vívidamente el concepto de colonización del imaginario propuesto por Gruzinski (1991). La extirpación no solo rompía piedras; rompía la autoestima cultural.

Al demonizar lo autóctono (los mallquis o momias de los antepasados, los cerros, el rayo), se sembró una semilla de vergüenza sobre la propia identidad. Sin embargo, estudios recientes como los de Estenssoro (2003) sugieren que, a pesar de este "lavado de cerebro", la eficacia de la extirpación fue limitada. El hombre andino logró "andinizar" el catolicismo, convirtiendo a los santos en nuevos apus y a la virgen en la Pachamama, sobreviviendo así al epistemicidio (destrucción del conocimiento).

Conclusión

La extirpación de idolatrías en Conchucos y Chavín fue un proceso traumático de violencia cultural y patrimonial. La destrucción física de Chavín de Huántar por manos eclesiásticas, documentada por arqueólogos como Lumbreras y Mesía, es el testimonio de una época donde la fe se impuso mediante la demolición. Sin embargo, la persistencia de la ritualidad andina hoy en día demuestra que, aunque se destruyeron los templos de piedra, la estructura mental y espiritual andina logró resistir, transformarse y sobrevivir a la inquisición colonial.


Referencias Bibliográficas (Formato APA)

  • Burga, M. (1988). Nacimiento de una utopía: Muerte y resurrección de los incas. Lima: Instituto de Apoyo Agrario.
  • Duviols, P. (1977). La destrucción de las religiones andinas: Conquista y colonia. México D.F.: Universidad Nacional Autónoma de México.
  • Estenssoro Fuchs, J. C. (2003). Del paganismo a la santidad: La incorporación de los indios del Perú al catolicismo, 1532-1750. Lima: IFEA / Instituto Riva-Agüero.
  • Gareis, I. (1987). Llamado a las armas y a la doctrina: La campaña de extirpación de idolatrías en el Perú del siglo XVII. En Revista Andina, 5(2), 555-578.
  • Gruzinski, S. (1991). La colonización de lo imaginario: Sociedades indígenas y occidentalización en el México español. Siglos XVI-XVIII. México D.F.: Fondo de Cultura Económica.
  • Kauffmann Doig, F. (2002). Historia y arte del Perú antiguo. Lima: Ediciones PEISA.
  • Lumbreras, L. G. (1989). Chavín de Huántar en el nacimiento de la civilización andina. Lima: Instituto Andino de Estudios Arqueológicos.
  • Mejía Xesspe, T. (1945). Exploraciones Arqueológicas en la cuenca del Río Grande de Nazca. Lima: Tesis de Bachillerato, UNMSM. (Citado en referencia al contexto de destrucción arqueológica).
  • Mesía, C. (2008). Chavín de Huántar: Una breve historia (1548-2008). Lima: Instituto de Estudios Peruanos.