Es una voluminosa roca maciza, de aproximadamente 10 toneladas, ubicada actualmente , en la esquina suroeste de la plaza cuadrada; de forma casi circular, con siete hoyos dispersos dicen muy similares a la disposición de la constelación de las Pléyades (siete cabrillas) o del Orión, que se ve en estos cielos, de octubre a abril.
En su porción anterior, un tallado cuadrado, como un anaquel, probablemente para como un altar para la Estela Raymondi, que representa al Dios Wari, máxima divinidad andina, creador del universo.
Fue descubierta por Don Martín Flores García y el profesor Humberto Hidalgo en 1934, reportándolo el Sr García en el boletín de Lima (n° 169-170); en ese documento detalla sus dimensiones: mide 2.77m de largo, por 2.30m de ancho y 60cm de espesor; menciona además que sobre su superficie se encuentran siete morteros, de 50cm de diámetro por 18 cm de fondo; además en el arista oeste, se encuentra un cajón, probablemente para un ídolo, cuyas dimensiones son: 77 cm de largo, 31cm de ancho y 24cm de fondo.
En 1970, el Dr Lumbreras y Don Marino Gonzales, le ponen el nombre el "altar del Choque Chinchay", refiriéndose que los pocitos tienen un orden similar a las estrellas de la constelación del Orión; pero sobre todo con un orden que sugiere la silueta de un felino; que podrían ser los puntos anatómicos de un jaguar, similares a las que se observa en el "Mortero de Pensilvania" y en las catorce imágenes de los frisos de la plaza circular.
Brescia en su Blog Peregrina afirma : "Si bien la configuración de los agujeros no se asemejan a las 7 estrellas de la constelación de Orión, si tienen un ‘orden próximo’ a las 7 estrellas de las Pléyades en la constelación de Tauro, y es la idea más popular en los guiados en Chavín de Huántar. Las Pléyades son el cúmulo de estrellas más famoso del cielo a lo largo de todas las épocas humanas, aunque ya no tanto en los últimos siglos en donde ya no se tiende observar ni a la naturaleza ni al cielo.
En el hemisferio sur, las Pléyades son prominentes desde octubre hasta abril. La forma más fácil de ubicarlas es primero encontrar las estrellas que conforman el cinturón de Orión, seguir el eje de las mismas hacia la derecha, y ubicarlas un poco más allá de la estrella más luminosa de Tauro: Aldebarán. Ver imagen arriba.
Ahora, respecto al ‘orden próximo’, el agujero al noreste en el altar correspondería a la estrella Atlas de las Pléyades, los dos agujeros del lomo corresponderían a las estrellas Alcyone y Maia, los dos agujeros de las patas serían Merope y Electra, y los dos agujeros del rabo serían Caleano y Taygeta. Se asemeja"
Es importante señalar que los chavinos antiguos, fueron también astrónomos y conocían muy bien el movimiento de las constelaciones, y hay evidencias de ellos, como la Cruz del Sur, por ejemplo en la galería de la Hatum Huanca, es una cruz, en cuyo centro está el Lanzón, o la llamada chakana en su porción superior; la constelación del Orión o de las Pléyades, en esta gran piedra, y otras que están en las diferentes representaciones de la diversas iconografías de Chavín; principalmente: la Estela Raymondi, El Obelisco Tello; la Hatum Huanca, etc, etc...
Alguna vez escuche decir al Dr Lumbreras, que el cielo de Chavín, visto en una noche del estío serrano, desde cualquier parte de Centro Ceremonial , es muy particular, como si fuese un gran telescopio natural; efectivamente he tenido la oportunidad de apreciarlo, desde el centro de la gran plaza cuadrada; muchas veces desde el Mirador de Gauchu; en desde diferentes puntos de Chavín; vaya Ud estimado lector y corroborara los descrito, por la noches la majestuosidad del universo, desde esta ventana es esplendorosa, única........
Algunos dicen que en los hoyos de esta gran roca, se ofrendaba sangre a la gran divinidad de la Estela, probablemente el Dios Wari, otros refieren que era el rito al agua pura, aquella recogidas en las noches, que provenían de las estrellas; y que no habían tenido aun contacto con el sol, que la fecundaba, por ende sagrada y por lo tanto, era como un espejo mágico, que en su transparencia se dejaba ver las estrellas.
Sin duda que toda la iconografía chavina, debemos analizarlo, mejor dicho intentar de comprenderla en el mundo Chavín; se comete un grave error, cuando se intenta extrapolar nuestro pensamiento actual, influenciado por la cultura occidental, cuyas raíces están en las culturas griega y romana. ¿Qué significó para ellos el color negro y blanco?; ¿sería el día y la noche?; ¿el bien y el mal?; que conceptos filosóficos, religiosos o místicos, esconden estas representaciones; ¿Cuál es la relación del rito del San Pedro con el rito del agua?; hay muchísimo que estudiar en busca de las huellas del pensamiento Chavín.
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