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jueves, 1 de septiembre de 2011

TARDES DE CAFE CON DON ISHACO MORENO.

Tuve la suerte de conocer y entablar amistad con este venerable señor hace muchos años, cuando vivìa en Jesùs Marìa, en la casa de la hermana de mi padre; recuerdo su voz de mando, militarizada; ¿se encuentra Cèsar Ramìrez?, ¡¡Dìgale que pase por mi casa, tengo una encomienda de Chavin, de su madre!!

Asì acudì a la casa de este Señor y desde el primer momento: el viejo (Don Ishaco) y el Joven (este bloggero), iniciaron una amistad que perdurarìa en el tiempo; era un experto en preparar el cafè, pasado gota a gota, y mientras elaboraba este delicioso lìquido, iniciabamos nuestra tertulia, èl me contò muchas anècdotas y obviamente  sus vivencias en su Chavin querido, sus experiencias como enfermero en el Hospital Larco Herrera, donde trabajò con el Dr Honorio Delgado, ilustre mèdico psiquiatra y muchas otras cosas mas.

Don Isais Moreno Trujillo, naciò en Chavìn, desde joven demostrò, la disciplina y el caràcter que marcarìan el rasgo de su personalidad; hombre dotado de un gran fìsico, un biotipo especial,  de "pelo en pecho", y de "armas tomar"; fue un gran futbolista, un back central de polendas, que defendiò muchas veces con honor las sedas chavinas en las diferentes competencias deportivas; integrò el famoso equipo de futbol, de Chavin, que realizò la gira a Chiquian y junto con Ampelio Arana, conformò una muralla en la zaga, fue capitan indiscutible de las selecciones de futbol; èmulo de Obdulio Varela, aquel extraordinario back de las selecciones uruguayas. Allì nace la anècdota con Rogelio Barrenechea, cuando lo conminò a seguir en los cuatro palos, por el pedido desesperado de Rogelio de salir a la delantera: ¡quèdate allì o te saco la m....! (ver post)

Casado con Doña  Laureana Martel,  distinguida dama huantarina, formaron un hogar ejemplar de la familia chavina, establecièndose en "jana barriu", al frente de la casa de Don Clemente Salas; tuvieron 4 hijos: Marina, Elmer, Pocho y Elizabeth; Elmer y Pocho heredaron sus cualidades futbolisticas; Pocho fallecido prematuramente; Elmer ademas fue  basquetbolista;  hoy buen escritor y poeta.

Me contaba de las jaranas en Chavin, pues don Ishaco, como buen chavino era aficionado a la mùsica, tocaba la guitarra y cantaba a voz en cuello:

                                  ¡¡¡¡ Calli captinmi pasaculla
                                   esquina captinmi tumacurilla
                                   thethazu manami ni
                                   questalla mamequi
                                   huahua captinmi
                                   sharan niman.!!!
                                   y ¡¡chùcara gallina!!

         traducciòn:  "por esta  calle paso. 
                              por esta esquina volteo
                              tu  despeinada madre no dice eso
                              porque tengo una hija
                              esta merodeando"    
                             

Despuès de las jaranas de rompe y raja, al dia siguiente para continuar con la rutina del trabajo, el remedio para la resaca: un baño en las aguas heladas de Wachecza, "para estar muy fresco" y luego el caldo de gallina o un buen "papa casqui" y a seguir laborando.

Trabajò en el Hospital "Larco Hererra", con el Dr Honorio Delgado, y me contaba: "Cèsar ese mèdico era extraordinario, ademàs de sabio, tenìa un gran caràcter, que dominaba a cualquier "loco"; llegaban enfermos mentales amarrados y muy agresivos y el Dr Delgado decìa suèltenlo y llèvenlo a mi consultorio y  los dominaba sòlo con la mirada; y cuando recogìamos a los enfermos  salìan llorando y curados, ¡que tal tipo!"

Años despuès ya retirado retornò a su tierra,  y esta es la parte mas importante de su personalidad, como enfermero asistiò a muchos pacientes,  en aquellos tiempos donde no habìa puesto ni centro de salud;  la penicilina recien hacìa unos años habia sido descubierta por Fleming; asì  Don Ishaco se convirtiò en  el "mèdico" del pueblo y sus servicios eran totalmente desinteresados, mas primò, la ayuda al pròjimo, al paisano, al pobre.

Y como dicen detràs de una gran hombre hay una gran mujer, su esposa que aùn vive: Doña Laureana Martel, que a la fecha tiene mas de 90 años, lùcida y gozando de buena salud; fue una dama que acompañò siempre a su querido esposo, madre ejemplar y abnegada, esposa fiel.

Nuestro recuerdo grato para Don Ishaco, distinguido chavino, un señor,  gran amigo, fue uno de mis maestros de la vida, nuestras tardes de cafè quedaran perennizadas en el tiempo......

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