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viernes, 2 de diciembre de 2016

AÑO NUEVO 2015 EN CHAVIN


Sin pensarlo ni haber planificado, decidimos recibir el año nuevo 2015 en nuestra tierra y así fue; tuve algunos días libres en el trabajo, hicimos nuestro equipaje y ya estábamos  rumbo a Chavín; en esta oportunidad era diferente, volvíamos luego de diez años de ausencia; con la familia: mi esposa y mis hijas; el viaje de noche, en bus y a las 5 de la mañana ya estábamos en Huaraz;  cuando se llega a la capital del departamento, queda impresionado por la belleza del amanecer, es esplendoroso, cielo azul intenso, al fondo la hermosa cordillera blanca con el Huascaràn imponente y el verdor por doquier; por ello los nativos le pusieron el nombre de Huarac: "esplendoroso amanecer".
Luego el desayuno de rigor y por supuesto en el mercado, un buen caldo de cabeza o de gallina y  se recupera totalmente del viaje nocturno y estamos listos para enrumbar a Chavín.
De Huaraz a Chavín sólo son 110 kilómetros, pero hay que cruzar la cordillera en el punto más alto, que es el Túnel de Kahuish, a 4250msnm.
Salimos de Huaraz, con un buen automóvil; los pueblitos a la vera del rio Santa son muy bellos y pintorescos; el rio sinuoso corre entre los eucaliptos; llegamos al puente Bedoya; bordeamos Recuay, pasamos por Ticapampa, hasta llegar a Catàc; después empieza  el ascenso hasta el Túnel;  antes un par de casitas en el recodo de la pista, es Buenos Aires; lleva este nombre, porque cuentan que a un paisano le diagnosticaron un cáncer terminal, en Lima; desahuciado, decidió volver a su tierra, a morir, diciendo: "marcallachomi huanucusha" ; viajò todo el día, al llegar a este lugar, pidió que abran la ventana del bus, para respirar el aire de la tierra; al hacerlo  se sintió mejor y aparentemente se sanó; por ello el epónimo de este lugar: BUENOS AIRES.
Unos kilómetros más adelante,  la hermosa laguna de Querococha, ya en plena puna, donde hacemos un alto; tomamos un buen mate de coca para el frio,  que nos cae de maravillas; mis hijas van corriendo hasta la rivera de la laguna y yo junto a ellas, para tocar sus aguas benditas; sentirla nos evoca atávicas sensaciones dormidas en lo más profundo de nuestra conciencia; es la tierra que llama y jamás olvida.
Unas curvas serpiginosas más adelante, hay unas inmensas moles, de granito, siempre pensé que esta fue una de las canteras para la construcción del Monumento arqueológico; observándolas detenidamente, aún quedan algunas con tajos como cicatrices de recortes ancestrales.
Seguimos ascendiendo, el viento de la puna es gélido y ya estamos en el pórtico del TUNEL DE KAHUISH, ahora es amplia, asfaltada, sus inmensas paredes enlucidas con concreto; quedaron en nuestra memoria aquel túnel de colosales rocas,  irregulares, algunas en forma de lanzas pétreas, con puntiagudas estalactitas;  que teníamos que sortear cuando viajábamos en camiones, en la canastilla; escuchando retumbar en los ecos, la voz del viejo Florencio: "agachen la cabeza carajo".

Del Túnel empieza el descenso, saliendo hay una inmensa imagen de Jesucristo, que pusieron los curas italianos que trabajan en CONCHUCOS, que disuena con el ambiente; me gustaría una réplica de la HATUM HUANCA, que tendría màs armonía con la naturaleza,  sería espectacular;  por aquí es puna aún, pero los quenuales le dan un colorido más especial al paisaje, además el aire es diferente huele a la tierra, a mamá, a la familia, a los amigos, al primer amor;  en fin a nuestra querencia..

Después Tambillos, un tambo inca, para descanso o el relevo del chasqui; ahora está más poblado y su riachuelo ondulante, rodeado de quenuales, con el  verdor del ichu  que es más intenso; sigue el descenso; Jircahuai; la casa de la cumbre; de donde se observa el valle del rio Mosna: con San Pedro; Quinuaragra; luego viene el descenso màs vertical con serpiginosas curvas, hasta Machac; los Baños; Quercos; Gaucho y por fin Chavín.

 ¡Oh¡ Tierra bendita, respiro extasiado tu aire, el oxígeno llega hasta mis más profundas neuronas, como dice Gabriel García Márquez en “Cien años de Soledad”: uno no es de ninguna parte, mientras no tenga ningún muerto bajo la tierra; si pues aquí están bajo el suelo todos mis ancestros; recuerdo rápidamente mi feliz infancia, a mi familia; ahora regreso con los míos y esta noche recibiré el año nuevo en el CENTRO CEREMONIAL.

Son la 11 de la noche, vamos al Centro arqueológico,  con mis hijas, mi esposa ; mi hermana Milagros, su esposo y Joaquín, mi pequeño sobrino; me llama la atención el silencio en el pueblo, una tenue llovizna parece atentar contra mis planes, al pasar por la casa de los García; pronuncio las siguientes palabras en quechua:  imanirta huaganqui, huahuequita chamush y después el rito de la pucacuda; soplo intensamente mirando a los cuatro puntos cardinales;  más arriba,  al pasar por el puente de Wachecza, el conato de lluvia se esfumó y una tenue luna llena me dio la bienvenida......

Ingresamos al Centro Ceremonial y las sensaciones me traen a la mente el poema de Alberto Benavides:
"Pero Chavín no será nunca una antigualla sino un gran florecimiento, una obra poética magnífica. Es poesía pura, aun si escapa a nuestra comprensión. Recuérdese siempre que poiesis  significa hacer, obra humana, porque la naturaleza, decía Platón, es obra de arte divino. La creación humana es auténtico hacer; escuchando sin duda a la naturaleza, ella levanta las fuerzas y educa a un pueblo. Así los chavín enseñaron agricultura, cerámica, orfebrería, textilería… y nos dejaron ahí un monumento a la creación que será siempre sorprendente e inspirador en la gestación de una patria que todavía tenemos que construir."
 
Es noche de Luna llena, del 31 de diciembre de 2015, estamos sentados en el medio de la plaza cuadrada, siento una enorme paz espiritual, el silencio es eterno, las piedras tienen un aura profunda, mística; nos cogemos de las manos e invocamos a la naturaleza, al amor y la paz, estamos en un gran templo andino, sagrado, donde los sacerdotes similar a la mayéutica socrática, pensaban que el conocimiento se encuentra latente de manera natural en el alma;  con la fe,  y con el San Pedro,  y su   pasión por la vida.

Esta experiencia fue realmente única, os invito a Uds. viajar a la tierra de los jaguares y recibir el año en el místico CHAVIN DE HUANTAR.



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